Es común que a veces necesitemos llamarle la atención a nuestros hijos en público pero, ¿qué tan recomendable es esto?
Regañar a nuestros pequeños es inevitable, pues necesitamos corregir actitudes y comportamientos malos antes de que se acostumbren a realizarlos, pero a veces no contenemos el enojo y podemos llegar a regañarlos fuertemente en público. Esto suele no ser recomendado, pues puede afectar el autoestima de nuestro chiquitín, en lugar de ayudarlo a corregir las acciones que desatan el regaño.
Corregir a nuestros hijos desde edad temprana es de suma importancia, pues esto puede salvarlos de meterse en problemas más graves en el futuro.
¿Qué debo hacer?
Hay que evitar hacerlo sentir herido por nuestras palabras, muchas veces el regaño puede salirse de control y no medimos nuestras palabras, esto puede afectar nuestra relación con nuestro hijo y puede que ni con la llamada de atención se corrija y solo nos tenga miedo y desconfianza.
Hay que tratarlo con calma, si bien puede haber actuado mal en público lo mejor es pedirle que deje de hacer lo que está haciendo y en privado llamarle la atención explicándole por qué está mal lo que está haciendo.