Nuestros hijos son todo oídos cuando quieren aprender a hablar.
Si bien los padres son el ejemplo a seguir de sus hijos cuando nacen, a veces se nos olvida que absorben como esponjas todo lo que hacemos o decimos.
Es por lo que muchas veces debemos cuidar nuestras palabras, aunque a veces es difícil, hay que tratar que nuestros hijos no crezcan con palabrotas, pues no saben que significan y pueden terminar diciéndolas.
¿Cómo puedo evitar que mi hijo escuche palabrotas?
Es una pregunta que a veces nos hacemos, la respuesta es mantener la calma, incluso cuando haya mucho trafico y queramos expresar enojo a un conductor que nos moleste lo mejor es no dejar salir ni una palabrota ya que nuestros hijos podrían comenzar a imitarnos.
¿Qué puedo hacer si mi hijo repite una grosería?
Lo mejor es llamarle la atención con calma ya que si el regaño es demasiado podría asociar la palabrota con llamar nuestra atención, también hay que explicarle que decir esa palabra está mal y puede hacer sentir mal a alguien. En caso de que repita la grosería no rías o sonrías ya que esto puede alentarlo a decirla con frecuencia.